Nuestra entrevistada se llama Digna Espinoza Figueroa. Nació en 1940 en Nueva Imperial, Región de la Araucanía, hoy reside en la comuna de San Miguel. Ella es una señora de baja estatura, contextura normal. Es ama de casa, y su vida diaria en gira torno al cuidado de su familia, vive con su segunda hija, con su esposo y su nieto. Es una persona muy cálida, y afectiva hacia ellos. Por lo que al entrevistarla fuimos a su casa, el pasado lunes 25 de abril, e insistió en darnos almuerzo. Nos sentamos con ella junto con su esposo y disfrutamos de un almuerzo casero. En la sobre mesa, con una taza da café, comenzó nuestra entrevista.
Debido a que la señora Digna se entusiasmó mucho en contarnos pasajes de su vida, temimos por un momento que la entrevista se nos alargara, sin embargo esta duró 47 minutos aproximadamente.
Debido a que la señora Digna se entusiasmó mucho en contarnos pasajes de su vida, temimos por un momento que la entrevista se nos alargara, sin embargo esta duró 47 minutos aproximadamente.
Si bien la entrevista está situada en los tres temas elegidos que eran: cambios demográficos en Santiago, educación superior y vida familiar, el análisis lo centraremos en sólo uno de ellos: “Los cambios de la familia desde los años 30”. Respecto a este tema podemos rescatar lo siguiente dicho en la entrevista:
Proyecto de vida, en cuanto a esto lo denominamos de esta manera ya que nos referiremos a cómo se proyectaban en la vida con relación a su trabajo, estudios etc.
en el caso de nuestra entrevistada hay una evidente manifestación por parte de su mamá (abuela) de que lo uno como mujer podía hacer en la vida era ser dueña de casa, por lo que les dio una preparación para aquello. De niña debió hacer las cosas de la casa, y prestar poca atención al colegio, ya que su tutora consideraba que era una pérdida de tiempo, y que el saber hacer las cosas en la casa era lo útil e importante para su futuro. Por esta razón la señora Digna sólo llegó hasta tercero básico en el colegio. Para ella su meta y felicidad era ser buena madre y buena ama de casa.
en el caso de nuestra entrevistada hay una evidente manifestación por parte de su mamá (abuela) de que lo uno como mujer podía hacer en la vida era ser dueña de casa, por lo que les dio una preparación para aquello. De niña debió hacer las cosas de la casa, y prestar poca atención al colegio, ya que su tutora consideraba que era una pérdida de tiempo, y que el saber hacer las cosas en la casa era lo útil e importante para su futuro. Por esta razón la señora Digna sólo llegó hasta tercero básico en el colegio. Para ella su meta y felicidad era ser buena madre y buena ama de casa.
Sin embargo, encontramos otro actor en su historia que nos gustaría destacar. Su esposo. Si bien no comentó su educación ni crianza, mencionó la ausencia de este en casa, y por lo tanto en la crianza de los hijos. Se dedicaba a trabajar, o sea, aportaba el sustento económico a la familia, sin embargo según la señora Digna para el eran más importante los amigos, ya que pasaba más tiempo con ellos y a menudo llegaba borracho a casa.
Estas visiones que se tenían del rol que debían cumplir en la vida hoy en día no podemos decir que sean las mismas. Hoy si bien la madre no deja de serlo, también esta se transforma en profesional. Lo que conlleva a un cierto grado de distanciamiento en la crianza de los hijos ya que por tiempo lo usual es que los hijos a cierta edad pasen la mayor parte del tiempo con una niñera. Y en cuanto al padre, hoy estos si bien trabajan y sienten mayor responsabilidad que la madre en aportar dinero, también se han manifestado más cercanos a los hijos.
La señora Digna, establece eso sí su propia visión de cómo hoy se comportan los padres con sus hijos, dice que la mayoría son muy livianos en su formación. Se les dan amplias libertades, como “fumar o tomar” delante de ellos y las ‘madres’ ignoran estas conductas.
La entrevistada nos relata que cuando era pequeña no siguió la escuela, porque su madre decía que no servía, en algún momento trató de retomar sus estudios estando con su tía, pero sólo fue un día porque ya era muy grande (15 años) para estar con niños menores. Ella fue criada para atender la casa. Se les enseñaba a trabajar, ya que en esos tiempos no es masiva la educación y tampoco se les informaba sobre las oportunidades que tendrían si estudiaban. Luego cuando le tocó a ella criar a sus hijos, nunca dejó que ellos hicieran algo y los incentivó a terminar el colegio y seguir estudiando.
Es por esto que la crianza de los hijos ha ido cambiando con el tiempo, ya no se le obliga a un niño a trabajar, sino a estudiar. Los padres han cambiado su manera de criar y fomentan a que sus hijos estudien.
Con esta comparación se ven dos extremos, el primero es la abuela de la entrevistada que es muy estricta y no toma en cuenta la educación. La segunda, es que los padres de hoy en día son muy liberales en el sentido de que no existe autoridad en la familia y los hijos hacen lo que quieren.
La entrevistada no fue mucho el tiempo que permaneció, cuando pequeña, con su madre. Esta murió por las excesivas veces que dio a luz (comentario fuera de la entrevista), por lo que podemos notar que por aquellos años era frecuente que se tuvieran muchos hijos, existían métodos anticonceptivos poco seguros y de difícil uso e incluso Chile en 1964 tenía la mayor tasa de mortandad materna en América, con 316 muertes por 100.000 niños nacidos vivos [1].
La señora Digna, rompe de cierta forma con el círculo de la crianza dada por su abuela en el campo. Ella si quiso para sus hijos una educación, fue ella principalmente la que los incentivó desde pequeños, inclusive logran llegar a la universidad, cuando menciona que por aquellos años muy pocos en el barrio (San Miguel) iban a ella. Este cambio de mentalidad es probable el que posibilite que sus nietos y las próximas generaciones lleguen de igual forma a la educación superior.
Establecimos entonces un último tópico, el de la tradición familiar. Lo que mantiene la señora Digna cuando forma su propia familia, es el sentido de lo restrictivo (heredado por su abuela) y el castigo por desobediencia cuando sus hijos son pequeños, por ejemplo: “no hay juegos, sino primero terminan sus tareas”, cuando su hijo mayor presencia la borrachera de su padre ella le advierte que si alguna vez el llega de la misma forma “lo agarrará a palos y lo dejará una semana en cama”. Sin embargo, ella permanece sólo sus primeros años con su abuela, luego se viene con su tía a la capital y ella misma comienza a forjar sus convicciones. Por tanto, esta venida del campo a la ciudad, le permite proyectar nuevos horizontes para el futuro de sus hijos, por tanto ella rompe con su tradición familiar, en el sentido de que el estudio no sirve.
Por tanto, se daría en nuestra entrevistada un probable elemento de continuidad en las familias de hoy, si los padres del niño logran consolidar una carrera, es casi 100% que sus hijos también lleguen a la educación superior. Porque además, el hecho de que sus padres sean profesionales, puede a estos permitirles pagar los estudios de sus hijos.
Sin embargo, también se da hoy la lógica del “quiero que mis hijos sean más que yo”. Así podemos ver que padres que no lograron terminar sus estudios, proyectan sus expectativas en sus hijos, educándolos aunque muchas veces esto signifique su endeudamiento, porque consideran que sus hijos son por decirlo de alguna forma “un cheque a fecha”.
En síntesis, hemos podido establecer cuatro grandes tópicos de interés dentro de nuestra primera entrevista, en cuanto al tema de los cambios en la familia desde los años 30, tema en el que nos enfocaremos. Por tanto, es probable que los tomemos como grandes referencias para nuestras entrevistas futuras. Hemos así, sentado las primeras orientaciones de nuestro trabajo.
[1] Dato de mortandad materna, scielo.cl
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